Luis Prats
Con una fiesta para miles de personas, un amistoso frente al PSV de Holanda e incluso una torta de cumpleaños durante un partido oficial, Nacional celebró su centenario en 1999, un acontecimiento que emocionó a todos los hinchas y quedó grabado hasta hoy en su memoria.
La celebración tuvo tres acontecimientos principales que llenaron de pasión tricolor dos semanas de aquel mes de mayo: en la noche del jueves 13, una recepción para invitados especiales en el Hotel del Prado; al día siguiente, fecha del aniversario, un gran festejo con 10.000 personas en Cambadu; y por fin un partido contra el PSV en el Estadio Centenario el sábado 29.
Uno de los asistentes al primer acto fue Joao Havelange, presidente honorario de la FIFA y viejo amigo del entonces titular de Nacional, Dante Iocco. “Estoy acá invitado por Iocco para festejar el centenario de Nacional, un club que tiene el respeto del mundo por lo que representa”, dijo Havelange.
En Cambadu, la celebración popular tuvo música, baile y una torta de diez pisos con cien velitas. El Canario Luna hizo cantar a todos al entonar “Cuando grito vamos trico, vamos trico…”
El 15 de mayo hubo un festejo “fuera de programa” en el partido contra Deportivo Maldonado en el Campus: Ruben Sosa jugó con la camiseta número 100 y luego de marcar con un espléndido tiro libre el primer gol del segundo siglo del club fue a buscar una torta de cumpleaños que había escondido tras la publicidad estática y la compartió con sus compañeros.
Finalmente, el 29 de mayo tuvo lugar “El partido del siglo” o “de los 100 años”, según se lo presentó. Para dar mayor lustre a la fiesta, se llamó al PSV de Holanda, el rival tricolor en la tercera consagración intercontinental alcanzada en 1988.
Como preliminar hubo un partido entre viejas glorias de Nacional, que formaron dos equipos: los Azules y los Blancos. Entre otros, jugaron Héctor Santos, Ángel Brunel, Luis Ramos, Ruben Giménez, Wilmar Cabrera, Domingo Pérez, Ruben Techera, Eduardo de la Peña, Waldemar Victorino, Domingo Pérez, Ernesto Vargas, Enrique Peña y Yubert Lemos. Todos fueron aplaudidos, pero llamó la atención la actuación de Domingo Pérez, quien con más de 60 años y el cabello totalmente blanco corrió y lanzó centros como en su mejor época.
Después, los campeones mundiales del 88 formaron un pasillo para recibir a los protagonistas del encuentro de fondo. Nacional alineó a su equipo titular “reforzado” por viejos cracks que en aquel momento estaban en otros clubes o incluso retirados: Álvaro Recoba, Fabián O’Neill, Marcelo Saralegui, Nelson Abeijón, Julio Dely Valdez y Hugo de León.
Así jugó Nacional: Leonardo Romay (luego Gustavo Munúa), Martín Del Campo (Cesilio De Los Santos), Damián Rodríguez, Jorgeao, Federico Bergara (Mario Regueiro), Carlos Camejo (Oscar J. Morales), Marcelo Saralegui (Gustavo Varela), Fabián Coelho, (Fabián O’Neill y después Gianni Guigou), Álvaro Recoba (Jorge Delgado), Milton Núñez (Nelson Abeijón) (Hugo de León) y Julio Dely Valdez (Gabriel Álvez).
Ruben Sosa, lesionado, no pudo jugar, pero salió con el equipo, fue el capitán en el sorteo previo y dio una vuelta olímpica simbólica.
El resultado fue 1-1: un gol de penal de Recoba a los 30 minutos y el empate de De Bilde a los 78.
Para el cierre de un festejo inolvidable hubo fuegos artificiales y una exhibición de juegos de rayos láser en un Centenario a oscuras y con el corazón emocionado.
Fotos: Archivo El País
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