Delta

Preguntas y respuestas de la variante que más preocupa del coronavirus

El origen de la variante Delta del coronavirus fue en India, en octubre de 2020. Los casos comenzaron a aumentar de forma exponencial en el país y fue allí que se identificó a una variante del virus original de Wuhan. Su nombre científico es  B.1.617.2 pero la Organización Mundial de la Salud dispuso que la variante se llamara Delta.  Fue catalogada como variante de preocupación junto con otras tres mutaciones: Alpha (B.1.1.7, antes británica), Beta (B.1.351, antes sudafricana) y Gamma (P.1, antes brasileña).

En Uruguay se registraron los primeros casos de pacientes contagiados con la variante Delta en personas que regresaron de viajes al exterior. Lo anunció el ministro Daniel Salinas en conferencia de prensa el 17 de julio. 

 

Sí, que aparezcan nuevas variantes de un virus es algo normal. Los virus mutan y van cambiando a medida que se reproducen. Es algo natural a ellos. Cada copia del virus que se hace al reproducirse puede no ser exacta y entonces, cuando no es así y sobreviven, se habla de mutación. Y cuando son las mutaciones del virus original las que se empiezan a expandir en la población, se está ante lo que se conoce como variantes del virus original. Eso está pasando ahora con el coronavirus. 

Hay múltiples variantes, porque el virus va mutando continuamente desde que surgió. Así, los centros de detección de enfermedades, los científicos  y la propia Organización Mundial de la Salud decidieron clasificar a las variantes a estudiar en tres: variante de interés, variante de preocupación y variante de gran consecuencia.

 

Se denomina variante de interés a las variaciones del coronavirus que tienen cambios de aminoácidos y que fueron identificadas porque generaron transmisión comunitaria en uno o varios países.

 

Esa variante de interés pasa a ser variante de preocupación cuando además confirma que es más transmisible o virulenta, que se detectan cambios clínicos en la enfermedad o impacta de alguna forma en las vacunas y tratamientos.

 

La variante de gran consecuencia muestra que las medidas de prevención o los tratamientos médicos paliativos son menos eficientes respecto a las variantes que circularon con anterioridad. Según el Centro de Detección de Enfermedades (CDC) en Estados Unidos, aún no hay variantes del coronavirus en esta categoría.

 

Más de 92 países en todo el mundo registran ya la variante Delta en los pacientes infectados. Por ejemplo, ya es la variante predominante en la India y en el Reino Unido con más del 90% de los casos. En Estados Unidos pasó de ser el 1% de los casos a principio de abril a más del 40% en las últimas semanas. En América Latina también se registraron casos en Argentina, de personas que habían viajado a Estados Unidos y Venezuela, en Brasil y Chile. Algunos países postergaron las aperturas o mantuvieron la obligación de usar tapabocas en espacios públicos para intentar contener el avance de una variante tan contagiosa. Israel volvió atrás en la escalada de apertura y Argentina limitó el ingreso diario de pasajeros del exterior. 

 

Parecería que sí. Los análisis realizados en el Reino Unido arrojaron que la variante Delta es entre un 50% o 60% más contagiosa que la variante Alpha, la variante que ya había superado la versión original del virus en Wuhan, China. 

No lo sabemos todavía. También estudios en Escocia y el Reino Unido estimaron que el riesgo de hospitalización de pacientes con la variante Delta es el doble que los que se contagiaron con al Alpha. Sin embargo, es muy pronto para hacer proyecciones porque se tienen que considerar otros aspectos como la edad de los enfermos, la vacunación y las comorbilidades. Igualmente a mayor cantidad de  casos, más probabilidad de contagios y de internación hospitalaria. Si el virus tiene una circulación comunitaria aumentarán los enfermos y también los hospitalizados. 

 

La variante Delta podría producir síntomas levemente distintos a la variante original. Según los datos del estudio Zoe Covid Symptom en el Reino Unido, las personas presentan más frecuentemente dolor de cabeza, dolor de garganta, goteo nasal y fiebre y ya no tanta tos ni pérdida del olfato o el gusto. Esto hace que se parezca más a un resfriado y por eso los expertos alertan que ante cualquiera de estos síntomas se acuda al prestador de salud para descartar la enfermedad. 

Las personas que aún no están inmunizadas tienen un riesgo más alto de contraer la enfermedad. 

¿Qué ocurre con las personas ya vacunadas? Pese a que las vacunas seguirían siendo efectivas, algunos estudios ya revelaron que la efectividad -para la posibilidad de contraer la enfermedad y tener síntomas- podría disminuir frente a Delta en comparación con otras variantes. 

 

Un estudio del Servicio de Salud Pública de Inglaterra investigó específicamente la eficacia de las vacunas de Pfizer y Astrazeneca frente a esta variante y concluyó que luego de la primera dosis la eficacia disminuye considerablemente en comparación con otras variantes. No obstante, tras la segunda dosis la diferencia sería modesta.  

 

En el caso de Pfizer, la efectividad tras dos dosis de la vacuna para los casos sintomáticos disminuiría de 93% contra la variante Alpha a 88% contra la Delta. 

En el caso de Astrazeneca, el estudio encontró que dos dosis de la vacuna eran 66% efectivas para los casos sintomáticos de la variante Alpha mientras que para la Delta el número disminuiría a 60%. 

 

A fines de junio de este año el laboratorio Sinovac, que produjo la Coronavac, anunció que la efectividad de su vacuna también se reduciría frente a la variante Delta en comparación a la variante original del virus. Lui Peicheng, vocero de Sinovac, dijo que una tercera inyección de refuerzo podría provocar una reacción de anticuerpos más fuerte y duradera frente a la nueva variante. 

El “Hongo Negro” es una infección por hongos que apareció en muchísimas personas recuperadas de Covid-19 en India, lugar donde surgió la variante Delta. Sin embargo, no está directamente relacionada a esta variante. 

Expertos han señalado que la mucormicosis era previa a la pandemia y que también puede aparecer en cuadros graves de otras enfermedades. 

¿Por qué fue tan masiva en India entonces? Una de las hipótesis que se maneja es que la infección está relacionada a la diabetes y en este país la proporción de población con diabetes es muy alta. Otra, tiene que ver con el uso de medicamentos. La dexametasona, por ejemplo, que ayuda a evitar la inflamación, inhibe el sistema inmunológico y de esta forma es más fácil que se produzcan infecciones por hongos. 

El nombre “Hongo Negro” se lo da uno de sus síntomas: ennegrecimiento en la piel en la zona de la nariz. Problemas de visión, hinchazón y sangrado nasal son otros de los síntomas. La letalidad de esta infección es muy alta: de un 54%. 

En Uruguay se detectaron al menos dos casos de “Hongo Negro” en personas recuperadas de Covid-19 cuando la variante Delta aún no había sido registrada en el país. 

Los expertos recomiendan mantener todas las medidas de protección que se vienen implementando desde el comienzo de la pandemia, para disminuir los casos y evitar que el virus siga circulando y así siga mutando. A menos casos, menos posibilidad de nuevas variantes. Lavado de manos, distancia social, uso de tapabocas, ventilación y especialmente vacunación de la población son las barreras para frenar las nuevas olas de coronavirus.

Producción:
Faustina Bartaburu, Florencia Traibel