Ya en la cancha, un domingo de pleno sol, Uruguay se puso en ventaja en el primer tiempo con gol de Darío Silva. Pero no alcanzaba. Para el segundo tiempo ingresó el Chengue, un jugador que no había tenido muchas oportunidades antes en el seleccionado.
Y suyos fueron los dos goles de la clasificación. El primero, un cabezazo tras centro de tiro libre por Álvaro Recoba. Australia reaccionó y se fue al ataque buscando ese gol que valía doble, inundando de dramatismo el encuentro. Faltando pocos minutos, Recoba escapó en contragolpe. Atrajo a dos rivales con su gambeta y luego cedió a Morales, quien paró la pelota y definió con serenidad frente al arquero, para desatar el festejo en el Centenario y en todo el país.