La idea provocó dudas, no solo porque se trataba de la quinta categoría de la AFA sino también porque provenía de Panamá, un país sin historia en el fútbol, sin bien ya había un Dely Valdés, Armando, en el plantel de Argentinos Juniors.
La opinión de Recalt prevaleció. Y después de un tiempo de adaptación, el panameño comenzó a mostrar sus virtudes: muy buena técnica, visión de gol y una agilidad felina. Por ejemplo, tenía facilidad para rematar al arco de chilena.