Luis Prats
El nuevo entrenador de la selección uruguaya, Diego Alonso, ha sido un trotamundos del fútbol, desde su aparición en Bella Vista como un goleador de amplios recursos hasta su gestión como técnico en el Inter de Miami.
En esa trayectoria de casi 30 años, el Tornado defendió las camisetas más seguidas del país: la Celeste, la de Nacional y la de Peñarol. Fuera de fronteras jugó en Argentina, España, México y China, y dirigió en Uruguay, Paraguay y Estados Unidos.
Bella Vista lo lanzó, tanto como jugador como técnico. Imposible desligarlo de aquel equipo Papal de fines de la década de 1990 que llegó a la Libertadores para hacer una gran campaña. Uno de sus compañeros de entonces, Darío Rodríguez, será ahora su asistente. Darío también integraba el último club que Alonso defendió, Peñarol. Y tras su retiro, asumió como técnico de Bella Vista.
Como jugador celeste participó en siete partidos, incluyendo la Copa América de Paraguay 1999 y las Eliminatorias para el Mundial de Corea Japón 2001.
El pasaje por el auriblanco como goleador llamó la atención de Gimnasia y Esgrima La Plata, que lo incorporó en 1999. Un año más tarde fue transferido al Valencia, con el cual fue subcampeón de la Champions League. En España defendió además al Atlético de Madrid, Racing Santander, Málaga y Real Murcia, con una breve actuación en los Pumas de la UNAM, en México.
En el segundo semestre de 2006 llegó a Nacional. Entre el Campeonato Uruguayo y la Copa Sudamericana disputó 13 encuentros y marcó cinco goles.
Para 2007 el Tornado probó suerte en el fútbol chino: allí defendió al Shanghai Unificación. Un año más tarde regresó a Gimnasia de La Plata. En 2009 llegó a Peñarol, donde si bien pocas veces fue titular, alcanzó gravitación con los goles que trajo desde el banco para ganar el Uruguayo 200-2010 y alcanzar la final de la Copa Libertadores 2011.
Apenas retirado como futbolista, Alonso inició su carrera como entrenador en el segundo semestre de 2011. Allí logró salvar al equipo del descenso. Lugo fue a Guaraní de Asunción. En 2013 llegó a Peñarol, pero no le fue bien y se fue luego de solo ocho partidos. Sus siguientes equipos fueron Olimpia de Paraguay, Pachuca y Monterrey de México y finalmente e Inter Miami en 2020. Con Pachuca fue tercero en el Mundial de Clubes 2017 y con Monterrey conquistó la Concachampions 2019.
La dirección técnica de la Selección representa ahora un desafío nuevo y trascendente.
Fotos: Archivo El País
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