Luis Prats
Enzo Francescoli salió de Wanderers hace casi 40 años para convertirse en uno de los mayores ídolos de River Plate gracias a sus goles inolvidables, sus grandes actuaciones y los títulos logrados en sus dos pasajes con la camiseta de la banda roja. Por eso, su despedida del fútbol en 1999 promovió una fiesta tan monumental como el estadio del club argentino.
El último partido de la carrera de Francescoli fue un amistoso River-Peñarol, el 1° de agosto de aquel año. Además de ser ambos equipos tradicionales amigos en el fútbol rioplatense, pesó el viejo partidarismo de Enzo por los aurinegros. La fiesta, en realidad, empezó mucho antes y terminó en la madrugada siguiente.
El encuentro tuvo lugar en el estadio Monumental, ante unos 60.000 espectadores. Se informó de una recaudación de más de dos millones de dólares, que en gran medida fueron destinados a Unicef. Además, se emitió en directo a varios países (en Argentina logró un rating de 34 puntos).
Francescoli preparó una larga lista de invitados, que estaba encabezada por los entonces presidentes de los respectivos países, el argentino Carlos Menem (hincha de River por otra parte) y el uruguayo Julio María Sanguinetti (por supuesto, partidario de Peñarol). Entró a la cancha acompañado por Walter Gómez, otro uruguayo que hizo historia en River; a él le tocó la distinción del puntapié inicial. También fueron invitados figuras del fútbol de ambas orillas del Plata, entre ellas Fernando Morena, Óscar Tabárez y Gregorio Pérez, así como los empresarios Paco Casal y Nelson Gutiérrez (excompañero en la Selección) y dirigentes de la AUF y de todos los clubes uruguayos.
“Este es un día inolvidable para mí. No puedo pedir más. Gracias a todos”, dijo antes del partido. En el entretiempo, el cantante Ignacio Copani (otro fanático millonario) entonó su creación titulada Inmenzo y cuyo estribillo dice: “Es Francescoli tan grande/que ahora pienso/ que su nombre debería ser Inmenzo”.
River ganaba 3-0, con goles de Marcelo Salas (otro invitado, pues ya defendía a la Lazio) y dos de Francescoli, cuando en el último minuto ingresaron en River los dos hijos de Enzo, Marco y Bruno. Y este último convirtió el cuarto gol como punto final del partido. La fiesta en el estadio se cerró con una emocionada vuelta olímpica del ídolo, acompañado por sus hijos.
Después, Francescoli organizó una cena en el hotel Crown Plaza Panamericano con alrededor de 400 personas. Allí actuaron Los Auténticos Decadentes y el equipo de Video Match realizó una actuación cómica. La delegación de Peñarol, según la crónica de El País, se retiró a la 1.30, aunque la celebración se prolongó por un buen rato más.
En sus dos etapas riverplatenses, Enzo disputó 237 partidos y convirtió 137 goles. Obtuvo cinco torneos locales, una Copa Libertadores y una Supercopa Sudamericana.
