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La pasión de crear, diseñar y hacer que cada mujer se sienta única, brillando en su mejor versión. Así empezó a confeccionar Margara Shaw, sin saber que 35 años después sus prendas se convertirían en una de las marcas de mayor renombre en nuestro país. Con el impulso de seguir el legado y pensando en cada uno de los detalles, hoy su hija y actual directora creativa, Inés Arrosa, es quien lleva las riendas del negocio.
Lo que se busca es que cada pieza sea reconocida sin tener que ver la grifa, sino simplemente porque en cada prenda se transmite la esencia y la identidad marcada de Margara. “Cada una está pensada hasta el último detalle. Nuestras prendas están diseñadas para ser usadas por años: son clásicas, modernas y atemporales”, dice la directora creativa.
Y es que aunque ahora Arrosa tiene un papel clave en el negocio, su vínculo con la marca estuvo desde el primer momento. Todavía recuerda los inicios de su madre entregada al amor por la confección y el diseño, así como las largas esperas mientras Margara prometía ir “solo un minuto” a los talleres, mientras el tiempo se le pasaba entregada a su sueño.
Es por este motivo que considera que su mayor desafío a la hora de continuar el legado familiar es “mantener, mejorar e innovar lo hecho hasta ahora”. Para esto se decidió enfocar al equipo en una campaña que lograra acercarse de una forma más directa a todas aquellas clientas que día a día eligen las prendas de Margara y a más mujeres que compartan los mismos gustos por la moda.
Cuenta la actual directora creativa, quien además asegura que si bien la marca creció, en cierta forma sienten que conocen a cada una de sus clientas, al igual que Margara conocía los gustos de las amigas y conocidas que se acercaban a su casa de Carrasco para que les confeccionara sus primeras prendas.
Así, 35 años después, lo que empezó con un sueño, con el esfuerzo de poner amor y esmero en cada prenda, hoy se consagra como una marca reconocida en el país, que cuenta con tres décadas y media de trayectoria abocadas a estrechar la relación con el público y a la producción nacional.
Fotografía y Video: Natalia Burjel