quedó registrado

Una prolongada aclimatación: cuando Uruguay estuvo 21 días en Bolivia
Luis Prats 

Desde que Uruguay tiene que enfrentar a Bolivia en La Paz se multiplicaron las teorías sobre la mejor forma de atenuar los efectos adversos de la altura, un lugar donde se acelera la pelota pero los futbolistas visitantes parecen jugar con zapatos de plomo. En 2000, el seleccionado celeste –entonces dirigido por Daniel Passarella– viajó 21 días antes del partido para lograr una mejor aclimatación.  

Se jugó el 15 de noviembre (ayer se cumplieron 21 años) y se obtuvo un festejado empate sin goles. No resultó un trámite sencillo, Bolivia dominó ampliamente como ocurre casi siempre cuando se mueve en su casa pero Fabián Carini tuvo una gran tarde y evitó varios goles.

 

Cuando dirigió a Argentina en las eliminatorias anteriores, Passarella había quedado golpeado por las actuaciones del equipo albiceleste en la altura, que cayó sin levante tanto en Quito como en La Paz. “La pelota no dobla”, se quejó el entrenador tras el encuentro en Ecuador. Por eso diagramó una cuidadosa preparación para cuando le tocó ir con Uruguay.

Se decidió entonces viajar a Bolivia tres semanas antes del partido. Eso fue posible porque los futbolistas, en su mayoría, pertenecían a clubes locales. La primera parte de la preparación se cumplió en Cochabamba y después subieron a La Paz.

Uruguay formó así aquella tarde: Fabián Carini; Gustavo Varela, Alejandro Lembo, Gonzalo Sorondo, Darío Rodríguez; Marcelo Romero, Pablo García, Fabián Coelho (luego Christian Callejas), Mario Regueiro; Federico Magallanes (Darío Silva), José María Franco (Gabriel Cedrés).

El empate fue celebrado porque hasta entonces se había perdido siempre en La Paz, salvo la primera vez, en 1961, con las eliminatorias para Chile 1962, cuando se empató en un gol. El cero a cero se valoró entonces como un paso hacia el Mundial. Y de hecho, la Celeste llegó con el puntaje justo al repechaje frente a Australia, que hizo posible la clasificación a Corea-Japón 2002.

Debe decirse que ya no estaba Passarella, quien había renunciado por discrepancias con la AUF por las convocatorias de los futbolistas.

Fue la última vez que se hizo ese extenso trabajo de aclimatación, ya que las exigencias del fútbol contemporáneo no permiten mantener a un grupo de jugadores lejos de la competencia por tanto tiempo. Sin embargo, los resultados e incluso el trámite de los encuentros fueron diversos. En las eliminatorias 2006 se volvió a empatar sin goles. Para el Mundial 2010 se perdía 2-0 y parecía goleada boliviana, pero el equipo celeste reaccionó en los minutos finales (justo los que se consideran más difíciles para los visitantes), lo igualó y estuvo cerca de ganarlo. En las eliminatorias 2014 se perdió feo (4-1). Y para Rusia 2018 se ganó, por primera vez en la historia: no jugaron Suárez y Cavani pero los goles los marcaron Cáceres y Godín.


Fotos: Archivo El País
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